La historia de Ozmética, la biotech que creó una innovadora fórmula para combatir la psoriasis

El Rheum rhabarbarum, o mejor conocido como ruibarbo, es una especie de planta originaria de China que fue introducida en Europa el siglo XIV. Siglos después, llegaría al continente americano traída por misioneros anglicanos, específicamente a la Patagonia chilena y argentina. De aspecto similar a la acelga y con una textura parecida al apio, se volvió rápidamente popular en la gastronomía local.

Pero esta planta esconde otras propiedades que han sido destacadas en la literatura científica: posee órganos altamente capaces de tratar la psoriasis, una enfermedad autoinmune de la que no existe cura. En este detalle fijó su atención la startup biotecnológica chilena Ozmética, la que en base a extractos creó una fórmula para combatir esta enfermedad y que en pruebas de laboratorio arrojó hasta un 98% de efectividad mediante la aplicación de un dermocosmético.

Los inicios de la firma se remontan a 2018, cuando el bioquímico y doctor en biotecnología, Sergio Diez de Medina, creó un spin off, una empresa derivada de Grupo Sibi, este último enfocado en proyectos tecnológicos e investigación y desarrollo (I+D). Fue un arranque con turbulencias: una malversación de la cual fueron víctimas los hizo dejar el emprendimiento al poco tiempo.

A fines de 2019, se reencontró con dos colegas doctoras en biotecnología con las que había compartido I+D de tecnologías. Ambas se especializaron en dermocosmética y en aplicaciones basadas en extractos de plantas chilenas.

“Ellas tenían la inquietud de hacer un emprendimiento tecnológico y de llevar al mercado lo que hacían en laboratorios. Ahí juntamos capacidades y comenzamos a pensar en alguna solución para desarrollar”, cuenta Diez de Medina.

Les propuso mezclar sus conocimientos en ozonoterapia con la experticia de ellas en dermocosmética, para desarrollar un tratamiento para la psoriasis, una enfermedad común y  crónica que afecta a 650 mil chilenos.

Luego de adjudicarse un fondo Crea y Valida de la Corfo, durante 2020 comenzaron a probar fórmulas, llamar a pacientes y testearlos para ver las respuestas de sus primeros desarrollos.

El desafío era crear un producto atractivo, funcional y económico para aquellas personas que sufrían esta enfermedad. “Los tratamientos son altamente costosos. Puede llegar a valer 400 mil al mes”, afirma Diez de Medina.

El compuesto

Luego de ensayos y pruebas dieron con una fórmula basada en dos aristas: la aplicación de ozonoterapia mediante ozono en aceites y los extractos de órganos de la flora nativa chilena.

El resultado fue Hydroz, una crema dermocosmética que se aplica cada 12 horas en las zonas de la piel afectadas que actúa en los síntomas más inmediatos y luego los de largo plazo por sus propiedades.

En los estudios internos los emprendedores probaron la crema en 20 personas de distintas caraterísticas, por ejemplo,edad, sexo y zona geográfica, y grados de psoriasis, con resultados que llegaron hasta un 98% de efectividad en algunos pacientes durante los tres meses de pruebas.

“No es una cura, pero sí es un tratamiento paliativo muy eficiente y no necesita receta médica”, explica Diez de Medina.

En octubre pasado comenzaron a comercializar el tramiento en su sitio web y en febrero de 2023, junto con el lanzamiento oficial, debutaron con un modelo de negocio B2B2C (de empresa a empresa a consumidor). El objetivo, dice Diez de Medina, es ampliar este canal para llegar a farmacias y clínicas y abarcar todo Chile. Hoy trabajan con la Asociación de Farmacéuticos Independientes.

Planes

Diez de Medina comenta que están pensando expandirse a mercados internacionales incluso antes de llegar a cadenas de farmacias chilenas. Pero previamente, deben completar la protección de propiedad intelectual, pues la fórmula de Hydroz aún está en proceso de patentamiento.

Mientras tanto, preparan el terreno para internacionalizarse. El emprendedor participó en mentorías con una agencia alemana y dice que ya cuenta con las redes para llevar su producto a ese mercado a partir de 2024.

De vuelta en el continente, señala que dos potenciales mercados para aterrizar durante el próximo año serían Brasil y Colombia, en base a recomendaciones de mentorías de ProChile.

Su apuesta será por modelos de licenciamiento una vez llegue a esos países.

Pero la startup biotecnológica no quiere quedarse solo con una crema para la psoriasis. Diez de Medina adelanta que ya están trabajando en un portafolio de proyectos para hacer pruebas y productos para tratar otras patologías en la piel.

En cuanto a ventas, el biotecnólogo proyecta facturar unos $ 100 millones a contar del segundo semestre de este año.